Cuando asistimos a una entrevista de trabajo tenemos que llevar dos cosas muy preparadas. Por un lado, habernos preparado bien el discurso que haremos y las posibles preguntas que nos puedan hacer y, por otro lado, que nuestro cuerpo transmita el mensaje correcto. Piensa que hay gente que te va etiquetar sólo por como vistes (esto no importa si vas por la calle, pero sí a la hora de ir a una entrevista de trabajo). Y como no sabemos qué tipo de interlocutor nos recibirá mejor no arriesgar.
A la hora de dar la mano hemos de hacerlo de forma enérgica. Apretar una mano “blanda” denota poca energía. Del mismo modo has de controlar tu postura cuando estás de pie, pero también cuando te sientas. Lo que enseñan en las clases de oratoria es tener los brazos pegados al cuerpo y no balancearse, pues darás sensación de estar nervioso o ansioso.
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