miércoles, 30 de mayo de 2012

Voluntariado corporativo, un win-win para empresas y trabajadores

En España, cerca del 57% de las empresas de más de 500 empleados cuenta con programas de voluntariado, según el informe sobre Voluntariado Corporativo en España en 2011 del Observatorio de Voluntariado Corporativo (OVC). Se calcula que estos trabajadores dedican una media de 1.500 horas anuales a la realización de actividades de Voluntariado Corporativo. Estos programas toman cada vez mayor importancia dentro del conjunto de políticas de Responsabilidad Social Empresarial. En Estados Unidos la cifra de grandes compañías que permiten a sus trabajadores colaborar de manera voluntaria en proyectos solidarios dentro de su horario laboral se acerca al 100%.

Los sectores que han experimentado un mayor desarrollo de actividades de voluntariado corporativo son: Alimentación y Bebidas, Banca y Servicios Financieros, y Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones. Con respecto a los datos de 2010, es destacable el incremento experimentado por el sector de Alimentación y Bebidas, que se situaba en el 9,2% y ahora ha escalado hasta el 15%.

En cuanto a las empresas que no disponen aún de programas de voluntariado corporativo, más del 60% declara tener intención de ponerlos en funcionamiento en un plazo de dos o tres años. Y, según motivación, la principal razón que mueve a los trabajadores españoles a tomar un compromiso de voluntariado corporativo es ayudar directamente a los más necesitados, en un 82%.

Este tipo de voluntariado es un win-win, beneficia a las organizaciones y a los colectivos receptores de voluntarios, a los trabajadores que pueden dedicar parte de su tiempo a proyectos que suelen suponer un plus de motivación personal y a las empresas, que mejoran su imagen de cara a la sociedad.

Los principales motivos por los que las compañías deciden iniciar proyectos de voluntariado corporativo, según el OVC (organizado por Cooperación Internacional ONG e IESE Business School), están dirigidos hacia sus empleados: la mejora del clima laboral (74%), el fomento del orgullo de pertenencia a la empresa (70%) y la satisfacción de una demanda de los trabajadores (58%).

Saber que nuestro trabajo tiene un impacto positivo en el entorno y en las vidas de los demás, es decir, darle un sentido trascendente a lo que hacemos es cada vez más importante y se convierte en un factor de atracción y retención de talento. El estudio “Impacto del voluntariado” de la consultora Deloitte así lo confirma, ya que que muestra que el 62,5% de los empleados jóvenes prefiere trabajar en una compañía que dispone de programas de voluntariado corporativo.

Estos proyectos, según afirman los expertos en gestión de personas, ayudan a mejorar el clima laboral, incrementan el grado de compromiso de los trabajadores con la empresa, con cuyos valores y cultura se sienten alineados, y favorecen el trabajo en equipo.

Pero más allá de estas mejoras intangibles, no se disponen de herramientas que midan de manera objetiva el impacto del voluntariado. En Estados Unidos, donde se hace uso del voluntariado corporativo desde hace más tiempo, se calcula que en 2010 las 8.100 millones de horas de labor altruista de los voluntarios representaron alrededor de 173.000 millones de dólares, según el Centro de Servicios Comunitarios de ese país. En España, el Instituto Nacional de Estadística ha anunciado ya que aplicará las normas de la Organización Mundial del Trabajo y de Aenor para medir ese impacto.

El auge de la selección 2.0

Según los datos recogidos por el Instituto de Innovación Digital de las Profesiones (Inesdi), el 64% de las empresas utiliza al menos dos redes sociales para conocer a sus candidatos y un 40% utiliza tres o más. LinkedIn es la red más utilizada (un 87% de las empresas la emplea), pero también se utiliza Facebook como herramienta de contraste por un 55% de las empresas, y un 46% se dirige a la red de microblogging Twitter, por ser una buena herramienta para la búsqueda de perfiles específicos.

Sin embargo, la relativa sencillez y el alcance de las herramientas 2.0 no deben llevar a engaño. Por un lado, no es aconsejable guiarse exclusivamente por los perfiles sociales; un buen responsable de recursos humanos debería revisar los currículums de los candidatos. Por el otro, cualquier empresa que desee tener presencia en las redes y hacer uso de las herramientas 2.0, debe diseñar previamente una buena estrategia que tenga en cuenta su perfil como empresa, sus necesidades y el tipo de candidatos a los que les interesa llegar. La decisión de las redes sociales en las que la empresa va a estar presente es una de las primeras decisiones estratégicas a tener en cuenta. Asimismo, es imprescindible dotar a esta estrategia de recursos, tanto personales como económicos, para rentabilizarla.

Entre las principales ventajas que aportan las redes sociales a las empresas y a los departamentos de recursos humanos se encuentran la comunicación bidireccional que se establece entre la empresa y el candidato. Es decir, se trata de una herramienta interactiva que permite tanto a la empresa interactuar con el candidato como viceversa. Así, las empresas pueden utilizar las redes sociales como medio para mejorar su imagen como empleador y, de ese modo, atraer (y retener) el talento a su organización. La empresa puede, además, utilizar las redes para recabar información sobre los candidatos.

En cuanto a las ventajas de cara a éstos, las redes 2.0 han abierto un abanico de posibilidades, dándoles un papel protagonista y activo en su propio reclutamiento. Sin embargo, deben tener en cuenta que, para encontrar empleo a través del 2.0 es necesario tener un perfil constantemente actualizado y ser activo en estas plataformas formando parte de grupos, participando en debates y ampliando sus contactos.

Este binomio que se establece entre empresa y candidato implica, en cierto modo, el afianzamiento de una relación horizontal en el que ambas partes tienen el mismo grado de implicación y responsabilidad. Los procesos de selección son, hoy más que nunca, cosa de dos.

Actualmente, las empresas aún están en proceso de aprender cómo sacar el máximo partido de los medios sociales y, a la vez, conocer su funcionamiento más profundamente. Es importante destacar, como hemos mencionado anteriormente, la importancia de contar con una buena estrategia de presencia y utilización de medios sociales con el objetivo de no perder dinero ni horas de trabajo en balde. Un primer proyecto dentro de la estrategia 2.0 de cualquier empresa debería ser la de crear una imagen 2.0, es decir, decidir qué imagen quiere presentar a las redes sociales y cómo va a cuidar de ella.

En definitiva, la cuestión de entrar o no en el mundo 2.0 no es para las empresas una cuestión relacionada con la tecnología, sino, y principalmente, un cambio en su modo de entender su relación con sus potenciales, e incluso sus actuales empleados.

GA